miércoles, 8 de octubre de 2008

HISTORIA

Uno espera mucho más de un organismo que actúa como el garante de la moral solidaria y de compromiso que todos tendríamos que tener con los más necesitados. Sin embargo, MSF no sigue los principios que postula y predica en la operación que desempeña en estos momentos al este de Chad. La actitud arrogante de MSF frente a la población local y refugiada, junto a una cadena de continuos errores en sus decisiones sobre el terreno, han llevado a los refugiados del campo de Iribime y a la población local de la zona a una situación crítica. Es una pena tener que fotografiar situaciones tan extremas, pero aún más triste cuando gran parte de la culpa no sólo se debe a la sinrazón de la guerra, sino a la arrogancia de un organismo del que se espera mucho más y que parece haber olvidado que es un simple invitado en la emergencia del Chad, donde está al servicio de la población local y refugiada, al igual que a la voluntad solidaria de millones de anónimos que decidieron ayudar a las víctimas de la guerra

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